10 agosto 2007
La cultura de la basuraSe dice que la Playa La Lisera es sucia porque allá van los pobres, lo que muestra un clasismo insoportable además de ser mentira. Viví bastante tiempo al lado de la playa y pude ver que va gente de todas las clases sociales lo que me lleva a la inevitable conclusión de que somos sucios por cultura, o falta de ella, y no por estrato social.
Desde el exclusivo vecindario de Azapa hasta las poblaciones más humildes se encuentran montones de basura en la calle. Lo curioso es que todos reclaman por la basura y lo sucios que son los otros, si creyésemos lo que todo el mundo dice, Arica, debería ser la ciudad más limpia de Chile, porque todos se ven a si mismos como personas cuidadosas del aseo.
Es la cultura de la basura, de la que no estamos conscientes porque nacimos y crecimos en ella. Para una fiesta de año nuevo invité a unos amigos extranjeros y armamos una cena en el patio, al final encendimos unos puros y mis amigos se empezaron a poner nerviosos porque no encontraban cenicero "pero que importa" decía yo "estamos en el patio, mañana se barre y listo" pero no hubo caso, hubo que buscarles un cenicero. Era un asunto de principios.
A nosotros la basura no nos molesta, estamos condicionados a soportarla y de una manera muy chilena nos encanta despotricar contra los sucios, sin darnos cuenta que todos normalmente lo somos. Cuando un chileno ve que otro bota una cáscara de plátano al suelo no la recoge, se limita a insultarlo o a mandar un indignado reclamo al diario.
La cultura de la basura está tan dentro de nosotros que ni nos damos cuenta de sus efectos. Es la explicación de por qué fracasaron los contenedores que se pusieron en todo Arica; mientras los vecinos los iban llenando en cualquier día y hora el propio servicio de recolección siguió funcionando sin lógica ni regularidad. Así se enfrentan como enemigos quienes debiesen trabajar en armonía y se recriminan mutuamente, al final nadie se siente responsable, la culpa siempre la tiene el otro.
Ya que somos tan buenos para adoptar modas extranjeras bien podríamos imitar en esto a otros países, que suelen tener un condicionamiento casi instintivo en contra de tirar basura. Esto parte de las escuelas donde se hacen fiestas para recoger basura; profesores y autoridades se ponen a recoger los desperdicios. Pero dudo que lleguemos algún día a eso, las propias escuelas son lugares lúgubres y a menudo sucios, más bien es allí donde comenzamos a acostumbrarnos a la mugre, a tirar las cosas al suelo y esperar que otro las recoja.
Pero la basura no es solo lo que botamos al suelo, también son los graffitis que ensucian las paredes, esa moda si que tuvo éxito en Chile, va perfectamente con nuestra manera de ser ¿como nos puede extrañar que la ciudad este llena de graffitis si la propia Municipalidad se dedica a pintar "Mantengamos la Ciudad Limpia" o ingenuos “pensamientos” con enormes letras negras en los muros?. Parece que lo traemos en los genes, no hay caso, tal vez lo mejor es que nos resignemos a convivir con la basura en lugar de hacernos mala sangre por algo que parece instalado en todos los niveles de nuestra sociedad.

